"A mano limpia"
Omar Vizquel
Trataré de jugar un año más
Faltando apenas 16 juegos de la
temporada y ya las posibilidades para alcanzar a los Tigres de Detroit se hacen
remotas. Hoy amanecimos a 10 juegos de ellos y el conjunto felino parece ser
más fuerte cada día. Cuando estuvimos por allá, en los primeros días del mes,
no vimos luz. Las esperanzas estaban muy en alto, pero el equipo no fue capaz
de ganar ni siquiera un partido.
El pitcheo de Detroit estuvo buenísimo y la ofensiva ni se diga. Los venezolanos Miguel Cabrera y Víctor Martínez hicieron de las suyas, repartiendo palo por todo el terreno y haciendo a la gente levantarse de los asientos con sus batazos productores de carreras. Magglio Ordóñez todavía esta tratando de recuperarse de su lesión y no ha jugado mucho, mientras que Carlos Guillén está haciendo lo mismo, es como ver al equipo venezolano del Clásico Mundial cuando están presentes estos cuatro criollos.
La ciudad de Detroit lucía completamente diferente en este fin de semana, la gente llevaba banderas hasta en los carros y las calles solitarias de la ciudad se llenaban de colorido al acercarse la hora del juego, en unión a un festival de jazz que se encontraba en el medio del pueblo, el ambiente se sentía fenomenal, ni siquiera la lluvia que cayó por par de horas antes del juego del sábado pudo detener la euforia de los fanáticos que cada día se emocionan más al ver a su equipo acercarse a su clasificación por el banderín.
Después de allí llegamos a Minnesota, donde pudimos barrer en los tres juegos que disputamos ante los Mellizos, un equipo que parece estar desarrollando a sus peloteros triple A, muchos de los regulares no están jugando frecuentemente para darles oportunidad a los futuros prospectos.
Regresamos nuevamente a casa para jugar con los Indios de Cleveland que todavía están disputando la segunda posición con nosotros y en la cual pudimos compartir dos juegos por cabeza en una serie de cuatro juegos, por lo que todavía estamos por encima de ellos apenas por un choque, pero todavía nos quedan cuatro compromisos más con ellos y tres más con Detroit, con quienes estaremos jugando en los próximos tres días.
Con respecto a mi actuación, no he actuado mucho y he tenido tiempo de orientar al novato venezolano Eduardo Escobar acerca de las diferentes jugadas que vemos en los juegos y aprovechamos de intercambiar opiniones sobre lo que vemos de las jugadas, eso me mantiene a mí en el juego y a él se le vienen a la cabeza preguntas sobre el mismo. Es una manera más de aprender situaciones que se pueden presentar durante el juego y cómo salir de ellas. Nuestro mánager Ozzie Guillén también se presenta de vez en cuando para discutir algunas de estas jugadas y, por supuesto, mi gran amigo Omer Muñoz, que viene siendo mi mano derecha a la hora de comentar las decisiones finales.
La gente siempre me pregunta que si quiero ser mánager algún día y cada vez respondo lo mismo: ¡Me encantaría! He tenido la dicha de estar con muy buenos estrategas y siempre uno aprende un poquito de cada uno, y si no aprendes con Guillén, no aprenderás de nadie más, ya que él siempre tiene algo ocurrente que decir. Es difícil tener cara seria inclusive cuando uno está perdiendo, pero ese es el humor de Ozzie.
Cuando estoy viendo el juego y es la hora de hacer los cambios siempre me encanta discutirlo con mis compañeros y de preguntar por qué se hizo ese movimiento. Todos tenemos opiniones diferentes y estoy seguro de que algún día me tocará a mí hacer ese cambio. A veces los propios peloteros no sabemos las razones por las cuales se hacen estos cambios, hay tantas estadísticas que nosotros mismos no sabemos el porqué, lo cierto es que siempre tienes que estar dispuesto a entrar en cualquier momento.
Me encanta analizar y tratar de pronosticar lo que va a suceder antes de que ocurra; la anticipación de la jugada es lo que va a crear que las acciones se realicen a cabalidad. Si estás preparado para ese momento y ya lo has vivido en tu mente, tendrás la mitad de la guerra ganada y de la misma forma creo que trataré de prepararme así para cuando tenga ese voto final de tomar esa decisión, pero por ahora creo que todavía puedo seguir jugando a este nivel a pesar de mi edad, que en realidad no significa nada para mí.
Trataré de jugar un año más esperando que se presenten las oportunidades. Así que los dejo aquí CASI LISTOS.
El pitcheo de Detroit estuvo buenísimo y la ofensiva ni se diga. Los venezolanos Miguel Cabrera y Víctor Martínez hicieron de las suyas, repartiendo palo por todo el terreno y haciendo a la gente levantarse de los asientos con sus batazos productores de carreras. Magglio Ordóñez todavía esta tratando de recuperarse de su lesión y no ha jugado mucho, mientras que Carlos Guillén está haciendo lo mismo, es como ver al equipo venezolano del Clásico Mundial cuando están presentes estos cuatro criollos.
La ciudad de Detroit lucía completamente diferente en este fin de semana, la gente llevaba banderas hasta en los carros y las calles solitarias de la ciudad se llenaban de colorido al acercarse la hora del juego, en unión a un festival de jazz que se encontraba en el medio del pueblo, el ambiente se sentía fenomenal, ni siquiera la lluvia que cayó por par de horas antes del juego del sábado pudo detener la euforia de los fanáticos que cada día se emocionan más al ver a su equipo acercarse a su clasificación por el banderín.
Después de allí llegamos a Minnesota, donde pudimos barrer en los tres juegos que disputamos ante los Mellizos, un equipo que parece estar desarrollando a sus peloteros triple A, muchos de los regulares no están jugando frecuentemente para darles oportunidad a los futuros prospectos.
Regresamos nuevamente a casa para jugar con los Indios de Cleveland que todavía están disputando la segunda posición con nosotros y en la cual pudimos compartir dos juegos por cabeza en una serie de cuatro juegos, por lo que todavía estamos por encima de ellos apenas por un choque, pero todavía nos quedan cuatro compromisos más con ellos y tres más con Detroit, con quienes estaremos jugando en los próximos tres días.
Con respecto a mi actuación, no he actuado mucho y he tenido tiempo de orientar al novato venezolano Eduardo Escobar acerca de las diferentes jugadas que vemos en los juegos y aprovechamos de intercambiar opiniones sobre lo que vemos de las jugadas, eso me mantiene a mí en el juego y a él se le vienen a la cabeza preguntas sobre el mismo. Es una manera más de aprender situaciones que se pueden presentar durante el juego y cómo salir de ellas. Nuestro mánager Ozzie Guillén también se presenta de vez en cuando para discutir algunas de estas jugadas y, por supuesto, mi gran amigo Omer Muñoz, que viene siendo mi mano derecha a la hora de comentar las decisiones finales.
La gente siempre me pregunta que si quiero ser mánager algún día y cada vez respondo lo mismo: ¡Me encantaría! He tenido la dicha de estar con muy buenos estrategas y siempre uno aprende un poquito de cada uno, y si no aprendes con Guillén, no aprenderás de nadie más, ya que él siempre tiene algo ocurrente que decir. Es difícil tener cara seria inclusive cuando uno está perdiendo, pero ese es el humor de Ozzie.
Cuando estoy viendo el juego y es la hora de hacer los cambios siempre me encanta discutirlo con mis compañeros y de preguntar por qué se hizo ese movimiento. Todos tenemos opiniones diferentes y estoy seguro de que algún día me tocará a mí hacer ese cambio. A veces los propios peloteros no sabemos las razones por las cuales se hacen estos cambios, hay tantas estadísticas que nosotros mismos no sabemos el porqué, lo cierto es que siempre tienes que estar dispuesto a entrar en cualquier momento.
Me encanta analizar y tratar de pronosticar lo que va a suceder antes de que ocurra; la anticipación de la jugada es lo que va a crear que las acciones se realicen a cabalidad. Si estás preparado para ese momento y ya lo has vivido en tu mente, tendrás la mitad de la guerra ganada y de la misma forma creo que trataré de prepararme así para cuando tenga ese voto final de tomar esa decisión, pero por ahora creo que todavía puedo seguir jugando a este nivel a pesar de mi edad, que en realidad no significa nada para mí.
Trataré de jugar un año más esperando que se presenten las oportunidades. Así que los dejo aquí CASI LISTOS.
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